sábado, 13 de febrero de 2010

Discurso sobre Las Leyes de Reforma

Es para mí un honor, una responsabilidad gustosa y una oportunidad agradecida disertar para ustedes el tema: las leyes de reforma.

¡Imposible hubiera sido la construcción de nuestro moderno estado Mexicano sin las leyes de reforma¡

Visionarias y muy necesarias para unos, herejes y peligrosas para otros, controversiales para todos como sello distintivo, pero… ¿de donde viene la importancia de unas leyes promulgadas hace 150 años para todos los mexicanos de hoy en día?

Para responder esta interrogante es necesario ubicarnos en aquel tiempo para que sea a través de la historia que comprendamos la importancia que estas leyes y su cabal cumplimiento tienen.

Nacionalización de los bienes del clero, separación de la iglesia y el estado, prohibición de la asistencia oficial a ceremonias religiosas, exclaustración del clero regular y extinción de corporaciones eclesiásticas, además del establecimiento del registro civil de nacimientos, matrimonios y defunciones junto con la secularización de cementerios; he aquí la esencia de las leyes de reforma.

Desde la conquista de México en 1521, la iglesia católica no solo intervenía abiertamente en el gobierno del país sino que también tenia el control de una gran diversidad de asuntos publicos porque solo la iglesia había tenido en sus manos la forma de llevar el control de bienes y de registros, además de su poder para mantener en la obediencia a través del miedo a la ira divina a la población civil.

Así que ubicándonos en ese tiempo y partiendo de la base del dominio que la iglesia ejercía sobre los asuntos públicos y la sociedad entera el solo pensar en desafiar a la autoridad eclesiástica era una hazaña sobrehumana; pero no era únicamente el clero quien ostentaba poder mundano ilimitado y acumulaba riquezas excesivas también estaban los militares y los grandes terratenientes interesados en mantener el Status Quo en medio de una sociedad casi feudal.

¡Religión y fueros! O intolerancia religiosa y trato privilegiado al clero y al ejercito, eso era lo normal.

La religión y la política eran indisociables en medio de una sociedad acostumbrada a la inercia.

Así pues nuestro país era dominado por una vetusta, rígida y anacrónica estructura teocrático-militar y esa tendencia continuo hasta que surgió de la mano de un gran hombre, de un héroe nacional, del Benemérito de las Ameritas, el presidente Benito Juárez una propuesta diferente una solución mas justa para la mayoría, la de las Leyes de Reforma y asi fue que después de grandes trasiegos y sacrificios los principios libertad y reforma se impusieron sobre aquellos de religión y fueros.

¡Se rompió la inercia! ¡Se disociaron la iglesia y el estado! ¡Surgió el estado laico! y a partir de entonces comenzó una lucha en pro de la defensa de la legalidad, por el poder político y civil de los ciudadanos y la construcción de un régimen positivo para la nación, se modernizo el pensamiento político pero también se adquirió un enorme desafió: favorecer la convivencia armoniosa y respetar la pluralidad.

Es importante dejar en claro que se respeto a la religión católica pero se acabo con la religión de estado que era un lastre para el progreso pues se prohibió expresamente a los ministros de culto intervenir en asuntos políticos.

En el 2009 las Leyes de reforma son el origen de las libertades y derechos que todos gozamos como la tolerancia, los derechos del hombre, derechos de enseñanza, prensa, trabajo, reunión y de libertad de cultos; todo esto porque en las leyes de reforma fueron plasmados valores trascendentales y vigentes. Y por eso no es cosa menor recordar la importancia de esta conquista porque aun hoy la lucha por mantenerla sigue y en este momento es nuestro deber, responsabilidad y derecho exigir que se respeten y cumplan pues continúan siendo un pilar de la sociedad y el gobierno y su incumplimiento o modificación solo resultaría un retroceso para todos.

Por ultimo no olvidemos destacar la importancia de la historia porque nos enseña la actualidad que estas patrióticas leyes tienen y el porque vale la pena reflexionar en ellas para no perder las conquistas populares ganadas con la muerte, sacrificio y sufrimiento de nuestros antecesores.